Teniendo los pulmones de un buey

Aprendiendo del Buey

Si miramos al Buey, podemos observar que es un animal muy trabajador. El hombre puede utilizar al Buey para trabajar permanentemente durante el dia, trasportando grandes cargas sin que esté, manifieste queja ni fatiga. El Buey se caracteriza por mantener un ritmo constante en su trabajo, sin altibajos, y en un estado siempre tranquilo y apacible. Es un animal que tiene mucha capacidad para digerir, masticando mucho los alimentos con serenidad y paciencia.

Por tanto el Buey es el símbolo de la abundancia y prosperidad obtenida en el esfuerzo constante y tenaz por un ideal. Recuerdo que mi profesor decía:” Hay que tener una idea y cien trabajos para ella, y no cien ideas con un solo trabajo”.

Para tener un año prospero, necesitamos un ideal genuino, una inspiración o ilusión que nos emocione y de fuerza y vitalidad física a nuestro cuerpo para ponernos en marcha. Pero hay que entender que el buey trabaja con su cabeza mirando al frente sin enfocarse demasiado en la meta con prisa, ansiedad y angustia.

El orgullo está en los pulmones

Siguiendo con el buey o búfalo, también podemos observar de él, que su gran fortaleza nace de su desarrollo en la caja torácica y patas delanteras. Por tanto tiene unos pulmones muy grandes y potentes que facilitan la capacidad de mover muchos materiales.

El meridiano del pulmón nace en la zona subclavicular, baja por la parte exterior del hombro, brazo, y termina en el dedo pulgar de la mano. De esta forma podemos comprender mirando las zonas por donde pasa su meridiano, el estado energético y biológico de los pulmones. Así, cuando estamos satisfechos y orgullosos por nuestro trabajo realizado, levantamos nuestro dedo pulgar y sacamos pecho en señal de orgullo, y por el contrario, cuando estamos fatigados, ansiosos o angustiados, ponemos el pulgar (donde termina el meridiano de pulmón), mirando hacia abajo, en señal de frustración. Con estas emociones de forma prolongada podremos llegar a tener síntomas como: poca fuerza del pulgar para sujetar cosas, inflamación y parálisis en dicho dedo, dolor o debilidad en los codos y hombros, y pecho encogido con poca superficie de ventilación pulmonar.

En esta circunstancia, el cuerpo se ve incapacitado para trabajar, y coger peso alguno o empujar cualquier proyecto, idea o trabajo.

En la teoría de los cinco elementos, el pulmón es el órgano representativo del metal. El metal, es un elemento que representa la fuerza, la dureza, la firmeza, la frescura y sequedad. Entonces el pulmón proporciona energía a todo el cuerpo permitiendo todos los metabolismos y moviendo sangre y líquidos. Proporciona firmeza en el carácter y determinación de la persona, refresca la sangre alterada que se produce de los excesos emocionales, y seca cualquier estancamiento, inflamación y grasa, por lo que se hace imprescindible para tratar problemas de obesidad. Sin esta energía de los pulmones, la sangre se paraliza y congestiona por todo el cuerpo y los líquidos se quedan retenidos. Esto da origen a edemas, migrañas, neuralgias, artritis, artrosis, sangre alterada y caliente, bronquitis, asma…

Para mejorar cualquier trastorno de este tipo, tenemos que aumentar primero la energía de los pulmones, mejorando secundariamente su ánimo y quitando de esta forma su ansiedad y angustia interna.

Por tanto para hacer un buen trabajo, debemos seguir siempre un ritmo constante y tranquilo sin demasiadas expectativas y ambiciones. Conservar nuestro orgullo verdadero por nuestro esfuerzo realizado, aun no teniendo los resultados y efectos deseados en nuestro entorno y siendo firmes pero con frescura.

Solo así, sin darse cuenta, uno llegará a su meta o perfección.