Imagínese un río, que circula lentamente y cuyo agua esta turbio con muchas impurezas, pues éstas se depositan en el fondo del río y los sedimentos se acumulan cada vez más. En el cuerpo humano curre algo muy parecido.

Muchas veces nos encontramos ciertas zonas del cuerpo especialmente propensas a acumular grasas localizadas, sin que el cuerpo en general esté en sobrepeso.

Esto lo explicamos desde la medicina china con el ejemplo del río. A lo largo de cuerpo humano, recorre, al igual que la sangre y los nervios, unos canales de energía llamados meridianos, el Qi, la energía vital circulan como el agua del río por estos meridianos. En un estado normal, la energía circula de manera fluida y sin obstrucciones, mientras que si una zona con inflamaciones, edemas, úlceras o incluso tumores, se explica que la energía de esa zona se encuentra bloqueada y el Qi no circula fluido. En un tratamiento de acupuntura, como es natural, estimulamos el flujo de la energía para descongestionar dicho bloqueo.