Uno de los trucos para medir la adecuada cantidad de alimentos a ingerir en cada comida (en su justa proporción de líquidos, proteínas, hidratos de carbono, fibras y grasas), es que a la hora de su preparación, imaginamos juntarlos todos en una bola, pues que esa bola no exceda del tamaño de las dos manos juntas con los dedos abiertos, ese tamaño corresponde justamente al tamaño de nuestro estomago.

Otro truco importante es no echar demasiados condimentos a las comidas, que intentemos conservar y disfrutar de los alimentos en sí, lo más natural posible, masticarlos y saborearlos bien. La comida es un regalo de Dios y es fruto de nuestro trabajo, así que, que no se convierta en una rutina y una obligación sino saborearlas y disfrutar de ella.