La acupuntura, efectiva contra los síntomas del síndrome disfórico premenstrual

El síndrome disfórico premenstrual es una forma grave del síndrome premenstrual. Este síndrome puede causar depresión, ansiedad y otros síntomas físicos y mentales durante las dos semanas previas a la menstruación.

La disforia premenstrual (o síndrome disfórico premenstrual), es un conjunto de síntomas físicos y psicológicos que presentan algunas mujeres en los días anteriores a la menstruación, y que en cada mujer se puede manifestar de distintas maneras; de hecho, se han llegado a describir hasta 150 síntomas diferentes que van desde cefaleas  a problemas digestivos como gases, hinchazón abdominal, estreñimiento…, mayor sensación de hambre, fatiga, sensibilidad de los senos, mayor sensación de ansiedad, estrés o tristeza, dificultades para concentrarse, irritación o pérdida del deseo sexual, entre otros.

Se estima que el 70% de las mujeres sufre la disforia premenstrual, si bien según los países y las diversas culturas, varía considerablemente, y mientras en algunos países sólo lo padece un 20% de las mujeres, en otros afecta casi al 90% de la población femenina.

Este cuadro suele aparecer desde 14 días después del primer día del inicio del periodo en adelante, y desaparecer un par de días después del comienzo de una nueva regla. 

Este síndrome no siempre se manifiesta durante todas las menstruaciones, es decir, no todas las mujeres que tienen molestias los días antes de la menstruación las tienen en todas sus reglas, e incluso pueden sufrir distintos síntomas en cada ciclo menstrual, pero en ocasiones llegan a ser tan graves que interfieren con sus actividades cotidianas, e incluso con el desempeño de su labor profesional, aunque sea durante unas horas.

El tipo y la intensidad de los síntomas de la disforia premenstrual varían entre mujeres y de un ciclo a otro en la misma mujer. Los diversos síntomas físicos y psicológicos de la disforia premenstrual pueden alterar temporalmente la vida de la mujer.

Los síntomas pueden comenzar desde pocas horas hasta 10 días antes del periodo menstrual, y con frecuencia desaparecen por completo unas horas después del inicio de este. En las mujeres premenopáusicas (periodo denominado perimenopausia), estos síntomas pueden persistir durante todo el periodo menstrual y después de él. Los síntomas pueden agravarse durante el estrés o durante la perimenopausia. Sobre todo durante la adolescencia, cada mes, a continuación de los síntomas dla disforia premenstrual, puede producirse una menstruación dolorosa (cólicos o dismenorrea).

Los síntomas más frecuentes son: irritabilidad, ansiedad, agitación, ira, insomnio, dificultad para concentrarse, letargo, depresión y fatiga intensa. Las mujeres pueden sentirse hinchadas y aumentar de peso temporalmente. Las mamas pueden sentirse llenas y dolorosas. Las mujeres pueden sentir pesadez o presión en la parte inferior del abdomen.

El origen de la disforia premenstrual es multifactorial, y no es posible señalar sólo un factor.

Uno de los factores principales que intervienen en la aparición de la disforia premenstrual es la variabilidad hormonal que ocurre en este periodo del ciclo menstrual. Estas alteraciones hormonales se refieren a los estrógenos y la progesterona, ya que se ha observado que en estos días se produce una bajada de progesterona y un aumento de estrógenos.

También influye la serotonina, que varía a partir de la mitad del ciclo menstrual, lo que produce muchos de los síntomas emocionales en la mujer.
La disforia premenstrual puede ser difícil de tratar. Ningún tratamiento único es efectivo para todas las mujeres, y pocas mujeres consiguen un alivio completo con un único tipo de tratamiento.

Ciertos suplementos dietéticos pueden disminuir los síntomas de la disforia premenstrual, aunque sólo hasta cierto punto. Estos suplementos incluyen el sauzgatillo, así como el aceite de onagra.

Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a aliviar las cefaleas, el dolor debido a los cólicos abdominales y el dolor articular. Para disminuir la intensidad de dolores de cabeza o los calambres.

La terapia hormonal también puede resultar de utilidad. Entre los fármacos más frecuentemente prescritos podemos citar los anticonceptivos orales, píldoras y supositorios vaginales con progesterona, así como inyecciones de progestágenos.

En caso de síntomas emocionales se suele recomendar antidepresivos como el citalopram, la fluoxetina, la paroxetina o la sertralina.

La severa afectación de la calidad de vida de las pacientes afectadas, junto a los efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos más frecuentemente prescritos tales como hipertensión, aumento de peso, retención de líquidos, trastornos digestivos entre otros, borrosa, náuseas y diarreas entre otros, hace que cada vez con mayor frecuencia, los pacientes afectados recurran a la acupuntura para el tratamiento de la disforia premenstrual, que ha demostrado en numerosas ocasiones su eficacia de manera segura y en ausencia de efectos secundarios.

El artículo que en esta ocasión revisamos, publicado en Acupuncture in Medicine está basado en los resultados de un ensayo clínico controlado, simple ciego y aleatorizado con el objetivo de evaluar la eficacia y seguridad de la acupuntura en el tratamiento del síndrome disfórico premenstrual.