Acupuntura para el tratamiento del acné vulgaris

El acné es uno de los problemas de la piel más frecuentes. Se calcula que el 80% de todas las personas de edades comprendías entre los 11 y 30 años tendrán brotes de acné en algún momento de su vida.

El acné consiste en una inflamación de las glándulas pilosebáceas de ciertas áreas del cuerpo (cara y tronco) que ocurre con mayor frecuencia en la adolescencia y se manifiesta como comedones, papulopústulas, o nódulos y quistes.

Las altas temperaturas que estamos sufriendo pueden favorecer la sobreproducción de sebo y la sudoración. Asimismo, la piel se vuelve más gruesa provocando que los poros se obstruyan aún más, lo que puede dar lugar al agravamiento o aumento de las lesiones del acné.

El acné no se limita solamente a la adolescencia. El 12% de las mujeres y el 5% de los hombres tienen acné a los 25 años. A los 45 años, el 5% de los hombres y de las mujeres aún sufre de acné.

El acné no es solamente un problema estético, afecta a la autoestima y a las relaciones sociales.

El acné puede afectar la salud emocional además de causar baja autoestima, en ocasiones, asimismo puede tener otras consecuencias como depresión, ansiedad, así como disminución de la calidad de vida.

Las lesiones del acné son el resultado de la interacción entre hormonas (andrógenos) y bacterias (Propionibacterium acnes).

Los andrógenos provocan que las glándulas sebáceas produzcan mayores cantidades de sebo, al tiempo que las bacterias transforman el lípido en ácidos grasos, causando una respuesta inflamatoria y las consecuentes lesiones.

Entre las causas del acné más frecuentes podemos citar:

• a) Edad: 
  El acné es más frecuente entre los 10-17 años en las mujeres y entre los 14-19 en los varones.
• b) Sexo: 
  El acné afecta de forma más severa a los varones. 
• c) Fármacos: 
  El litio, corticoides tópicos o sistémicos y los anticonceptivos orales entre otros, pueden empeorar la inflamación. 
• d) Factores genéticos
• e) Factores endocrinos: 
  El estrés emocional, produce aumento del acné y es una de sus principales causas.

Existen tres tipos especiales de acné:

• a) Acné en la mujer adulta:
  Acné persistente en la mujer con un exceso de hormonas masculinas (andrógenos), que desarrolla vello en zonas como cara, pecho o la espalda, y que en ocasiones puede sufrir menstruaciones irregulares.
• b) Acné conglobata:
  Acné quístico grave que afecta en mayor grado al tronco que a la cara, con nódulos, quistes y abscesos.
• c) Acné fulminante:
  Se da con más frecuencia en varones de 13 a 17 años, con un inicio agudo quístico grave con supuración y ulceraciones. También puede darse malestar, fatiga, fiebre, dolor en las articulaciones, así como leucocitosis.

El tratamiento del acné se pauta de forma individual en función de su severidad:

• a) Acné leve:
  Antibióticos locales (clindamicina y eritromicina)
  Gel de peróxido de benzoilo.
  Retinoides locales (tretinoína).
• b) Acné moderado:
  Se añaden tetraciclinas orales adicionalmente y no deben usarse como único tratamiento.
  En mujeres, el acné moderado puede controlarse con dosis altas de estrógenos orales, combinados con progesterona o antiandrógenos.
• c) Acné grave:
  Se suele utilizar isotretinoína que inhibe la función de la glándula sebácea y la queratinización.

Los efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos más frecuentemente prescritos tales como hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, pancretitis, ototoxicidad, hepatitis, así como malformaciones en el feto, entre otros, hace que cada vez con mayor frecuencia, los pacientes afectados recurran a la acupuntura para el tratamiento del acné, que ha demostrado en numerosas ocasiones su eficacia de manera segura y en ausencia de efectos secundarios.

El presente artículo, publicado en Acupuncture in Medicine, está basado en un ensayo clínico con el objetivo de evaluar la eficacia y seguridad de la acupuntura en el tratamiento del acné vulgaris.