Eficacia de la acupuntura frente a loratadina en el tratamiento de la alergia a los ácaros

Con la llegada de la primavera, se intensificarán algunas de las alergias respiratorias más comunes. A diferencia de las alergias al polen, que son estacionales, los ácaros del polvo están presentes todo el año y es muy difícil evitarlos. Sin embargo, durante los meses de primavera y también de otoño, quienes padecen esta patología ven cómo sus síntomas aumentan, dado que estas son las estaciones en las que la temperatura y la humedad resultan más favorables al desarrollo de los ácaros.

La contaminación, la falta de lluvia, y el perfeccionamiento de los métodos diagnósticos han favorecido el incremento del número de diagnosticados por alergia en la sociedad occidental. Una de las más frecuentes actualmente, es la alergia a los ácaros del polvo.

La alergia a los ácaros del polvo doméstico, se considera la segunda causa de alergia respiratoria en Europa. La alergia a los ácaros está entre las más frecuentes de las alergias respiratorias. Se estima que hasta el 50 % de los pacientes que padecen asma y rinitis alérgicas son sensibles a los ácaros del polvo doméstico.

Los ácaros proliferan cuando la temperatura ronda los 25º y está acompañada de una humedad relativa del 70/80%, y en nuestro país su presencia es más frecuente en localidades situadas en las costas del Mediterráneo y el Cantábrico.

Sus síntomas pueden ser muy variados y de distinta intensidad, pero los más comunes, que afectan al aparato respiratorio, son los estornudos reiterados que se acompañan de congestión nasal y rinitis, además de molestias oculares (picor, irritación…).

Cuando estos síntomas persisten durante todo el año, pueden estar indicando una reacción alérgica a estos parásitos.

El polvo de las casas constituye una de las principales causas de alergia respiratoria en todo el mundo. Consiste en una mezcla heterogénea de escamas de piel humana y aquellas procedentes de animales domésticos, restos de insectos, fibras textiles, bacterias, pelos de animales, y básicamente, unos parásitos microscópicos denominados ácaros.

Los ácaros son unos pequeños artrópodos no visibles al ojo humano, y que se encuentran habitualmente en espacios cerrados donde hay polvo, generalmente lugares oscuros alejados de la luz solar.

Las especies que más menudo causan trastornos alérgicos asociados al polvo de las casas son el Dermatophagoides Pteronyssinus y el Dermatophagoides Farinae, que se alimentan de las escamas microscópicas que nuestra piel desprende poco a poco en su proceso continuo de renovación.

Por tanto, suelen encontrarse en los lugares donde abundan los restos de escamas de piel de personas o de animales de compañía: colchones, almohadas, mantas, edredones, sofás, alfombras …etc.

En el caso de la alergia a los ácaros, el paciente padece hipersensibilidad a las proteínas presentes en las heces de los ácaros o a las partículas en que se desintegra su cuerpo cuando éstos mueren. Al penetrar en las vías respiratorias, la reacción del organismo para protegerse puede causar trastornos como la Rinoconjuntivitis y el Asma Alérgico.

En las personas alérgicas, esto produce una inflamación crónica y progresiva de los bronquios o las mucosas de la nariz y los ojos, que se vuelven, además, más sensibles a la acción de otros alérgenos, a las infecciones, al frío o a la contaminación.

Los principales síntomas de este tipo de alergia son respiratorios, principalmente rinoconjuntivitis y/o asma. Asimismo, pueden aparecer síntomas dermatológicos como urticaria o dermatitis atópica.

El manejo de este tipo de alergia combina un doble enfoque:

• Medidas profilácticas:Es importante extremar las medidas de higiene y limpieza para que la población de ácaros sea la menor posible, así como proteger almohadas y colchones con fundas antiácaros, y evitar o reducir al máximo el contacto con mascotas.
• Medidas terapéuticas
  1. Tratamiento farmacológico:
     Antihistamínicos, corticoides, así como colirios oculares.
  2. Vacunación:
     Administración de sucesivas dosis que contienen el alérgeno en pequeñas cantidades que se van aumentando gradualmente.

Debido a la los efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos más frecuentemente prescritos tales como pérdida de masa ósea, hirsutismo, hipertensión, hiperglucemia, aumento de peso, y somnolencia entre otros, hace que cada vez con mayor frecuencia, los pacientes opten por la acupuntura para el tratamiento de la alergia a los ácaros del polvo a su eficacia y seguridad demostrada en diversos estudios clínicos

El presente artículo, publicado en Journal of Allergy, está basado en un ensayo clínico aleatorizado con el objetivo del ensayo fue valorar la eficacia de la acupuntura frente a Loratadina en el tratamiento de la alergia a los ácaros del polvo, así como evaluar el mecanismo inmunomodulador de ambas terapias a través de la valoración de los niveles de Interleukinas.