Acupuntura en el tratamiento de la fibromialgia: revisión sistemática y metaanálisis de ensayos clínicos

La fibromialgia es una enfermedad crónica caracterizada por dolor músculo-esquelético generalizado y una reducción del umbral del dolor, con aumento de sensibilidad dolorosa a la presión en determinados puntos del cuerpo, conocidos como puntos sensibles. Este dolor se localiza sobre todo en zonas musculares, sin que exista un daño aparente, y el paciente presenta gran sensibilidad a cualquier contacto físico o cambio de temperatura.

Se calcula que en España la prevalencia de fibromialgia es del 2,45% de la población adulta, lo que significa que alrededor de 900.000 personas padecen esta enfermedad reumática.

Es más frecuente en la mujer, de tal manera que se diagnostica en un varón por cada ocho mujeres. La media de edad en la que predomina su diagnóstico se sitúa en torno a los 40-49 años, aunque los primeros síntomas pueden aparecer entre los 20 y los 40 años.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que incorporó la fibromialgia a su clasificación internacional de enfermedades en 1991, la clasifica como un reumatismo no articular y la Sociedad Española de Reumatología la define como “dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos (puntos dolorosos)”.

Desde un punto general, el Síndrome de Fibromialgia, se podría definir como una condición crónica que causa dolores generalizados, agotamiento severo, así como rigidez generalizada. Acompañando a estos síntomas principales, los pacientes presentan un amplio abanico de trastornos tales como alteraciones del sueño, ansiedad, depresión, así como una extrema sensibilidad a la temperatura ambiental.

El paciente define el dolor como continuo, con oscilaciones en el tiempo, que empeora por la mañana y mejora parcialmente durante el día, para empeorar de nuevo por la tarde y noche. El dolor, además, se agrava si el paciente permanece en la misma postura, con las cargas físicas, la activación emocional y los cambios climáticos. Es característica la intensidad del dolor, que es definido por los pacientes como intenso e insoportable.

La fatiga se halla presente en más del 70% de los pacientes; puede aparecer como crisis de agotamiento de uno o dos días de duración o, más frecuentemente, de forma continuada.

Uno de los principales escollos en el abordaje de la fibromialgia, es la ausencia aún de marcadores biológicos o bioquímicos que faciliten un diagnóstico objetivo, si bien actualmente, el criterio diagnóstico más utilizado a nivel internacional es el establecido por el Colegio Americano de Reumatología.

Las causas que desencadenan la fibromialgia son por el momento desconocidas, si bien existen diversos mecanismos que pueden desencadenar un cuadro de fibromialgia.

Entre ellos, podemos citar un desequilibrio en determinados neurotransmisores, así como alteraciones en los niveles de serotonina, triptófano, sustancia P, ácido glutámico, lo que provoca una mayor susceptibilidad al dolor.

Existen algunas evidencias sobre los mecanismos que pueden derivar en Asimismo, existen factores desencadenantes tales como infecciones víricas, procesos inflamatorios, o enfermedades musculares.

En la actualidad, aún no se conoce un tratamiento efectivo para la fibromialgia.

Es más, se cree que cuantos más medicamentos tome el paciente con esta patología, peor será el pronóstico, fundamentalmente debido a que un alto porcentaje de pacientes con fibromialgia, presentan una elevada sensibilidad química, siendo más susceptibles a reacciones adversas.

El tratamiento de la fibromialgia actualmente está dirigido al alivio del dolor, la mejora la calidad del sueño, así como paliar la fatiga y restablecer el equilibrio emocional.

Los fármacos más comúnmente utilizados para el alivio de los síntomas de la fibromialgia son entre otros:

Analgésicos como tramadol, paracetamol, o la combinación de ambos fármacos, antiinflamatorios, benzodiazepinas (relajantes musculares, ansiolíticos) y anticonvulsivos (gabapentina y pregabalina), para la disminución del dolor y el cansancio.

Asimismo, es frecuente el uso de antidepresivos como la amitriptilina en primera línea.

Los efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos más frecuentemente prescritos tales como somnolencia, mareos, visión borrosa, dependencia, alteraciones del equilibrio, aumento de peso, úlcera gástrica, y retención de líquidos entre otros, hace que cada vez con mayor frecuencia, los pacientes afectados recurran a la acupuntura para el tratamiento de la fibromialgia, que ha demostrado en numerosas ocasiones su eficacia de manera segura y en ausencia de efectos secundarios.

El presente artículo, publicado en International Journal of Pain, está basado en un metaanálisis de ensayos clínicos con el objetivo de evaluar la eficacia de la acupuntura en el tratamiento de la fibromialgia.