Afecciones psicosomáticas, ¿qué son y cómo se trata desde la Medicina China?

En este estudio, se hicieron varios grupos de trastornos frecuentes:

1. Enfermedades con base orgánica patológica, provocadas por factores psicosociales donde los síntomas gastrointestinales fueron los mayormente tratados con acupuntura.
2. Enfermedades sin base orgánica patológica, los denominados trastornos funcionales, que aparecen por factores de sobrecarga psíquica, donde la dismenorrea tuvo la mejor respuesta con acupuntura.
3. Enfermedades que se manifiestan primariamente a través de síntomas psíquicos, en la que los trastornos del sueño fueron los únicos que se podían tratar de forma aislada con acupuntura, los demás necesitaban tratamientos complementarios.

Las enfermedades psicosomáticas abarcan prácticamente todas las especialidades médicas, por consiguiente, también hay una gran variedad de diagnósticos. Según las afirmaciones de los expertos consultados, el hecho de que se trate de cuadros clínicos funcionales o que presenten ya alteraciones orgánicas, no supone ninguna diferencia en cuanto a su posible tratamiento. La acupuntura debería resultar especialmente adecuada para tratar aquellos trastornos funcionales en los que no se halla ninguna base morfológica.

Lo primero que veremos es cómo clasifica el estudio una enfermedad psicosomática. Así, una infección respiratoria sería una enfermedad psicosomática por el hecho de que el estrés haya afectado al sistema inmunológico y con ello aumentado la susceptibilidad del huésped a la entrada de factores patógenos. Por lo tanto, en el sentido más amplio, todas las indicaciones cuya etiología obedezca a situaciones de sobrecarga psíquica serían trastornos psicosomáticos.

Uno de los médicos consultados en el estudio resume claramente las causas del aumento de este tipo de enfermedades. Los traumas se no originan per se por un trastorno concreto, sino que dependerá de la emoción que ha desencadenado en la persona en concreto.

La manifestación de una emoción dada —modulada por la «fisiología subjetiva» del individuo— va asociada a alteraciones fisiológicas específicas. Estas alteraciones todavía no nos revelan nada sobre la posibilidad de que exista o no un trastorno mental. Pero si se producen trastornos por unas condiciones determinadas, por ejemplo, por impedir la expresión de las emociones (como la ira reprimida), o por el efecto prolongado de una alteración emocional (enfermedad por disposición a acción) entonces estas alteraciones se dan en el contexto de patrones de actividad psicofisiológica fundamentalmente semejantes.

El concepto actual de “enfermedad psicosomática” comprende una visión multidimensional del concepto de enfermedad según el modelo de patología biopsicosocial, en el que los factores biológicos, sociales y psicológicos forman una unidad o una red interconectada integrada. Según esto, no existe realmente ninguna enfermedad “no psicosomática».

El Centro de Psicobiología e Investigación Psicosomática de la Universidad de Trier, Alemania, realizó otro estudio para ver la reacción fisiológica del estrés repetido:

En este estudio, analizaron 65 personas de ambos sexos con el objetivo de investigar si las catecolaminas periféricas y los parámetros cardiovasculares mostrarían patrones de habituación similar o diferente después del estrés repetido y detectar posibles subgrupos con respecto a los patrones de habituación individuales en el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal.

Como resultado, se ha observado que todas las medidas endocrinas, así como la frecuencia cardíaca, aumentaron significativamente después de cada una de las tres sesiones de estrés. Aunque el cortisol libre salival, el cortisol plasmático total, la ACTH y las respuestas de estrés de la frecuencia cardíaca mostraron una disminución significativa en las tres sesiones de estrés, no se pudo observar tal disminución para los niveles de noradrenalina y adrenalina.

Esto nos lleva a pensar que, aunque el sistema simpático responde al estrés, el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal se adapta rápidamente.

Este eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal está muy relacionado en la Medicina China con el concepto del Triple Recalentador, un meridiano que pertenece al elemento fuego y que conecta toda la cavidad visceral y que tendría relación con las catecolaminas y los parámetros cardiovasculares que informa el estudio.

Además, se pudo comprobar esta relación en estudios con modelos animales:

Con la acupuntura aumentamos la actividad suprarrenal y estimulamos el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, así como el sistema simpático-médula suprarrenal. En los animales a los que se les ha extirpado la suprarrenal, la acupuntura determina un aumento del ACTH en la sangre.

La acupuntura repetida diariamente en animales con suprarrenal produce una hipertrofia de esta glándula, su peso aumenta y se pueden observar múltiples espesamientos localizados de la zona cortical. El sistema simpático/médula suprarrenal también parece estar implicado, pues la sangre de la vena suprarrenal muestra propiedades adrenomiméticas evidentes sobre el intestino aislado, efecto que se anula por la simpatectomía bilateral.

Actuamos sobre el sistema hipófisis-tiroides, como lo demuestra el hecho de que la estimulación con acupuntura produce un agrandamiento de los folículos y un agotamiento de su contenido coloide, pudiéndose observar también que las células epiteliales se vuelven cúbicas.

En conclusión, el estudio confirma que, dentro del grupo de enfermedades con patologías orgánicas, los médicos encuestados observan con más frecuencia enfermedades del tracto gastrointestinal; del grupo de los trastornos funcionales, se dan con más frecuencia los vértigo, cefaleas, astenia y molestias del aparato locomotor.

También se pudo ver que la dismenorrea es el trastorno que mejor responde a la acupuntura, y de los trastornos que se manifiestan primariamente de forma psíquica, los del sueño siguen tratándose preferiblemente con acupuntura sola, mientras que todos los demás trastornos del comportamiento y/o de la personalidad no son suficientemente tratables sin terapias coadyuvantes.

En resumen, la acupuntura representa una opción terapéutica efectiva en pacientes con alteraciones psicosomáticas, mientras que en muchas de estas debe complementarse con métodos tradicionales como la psicoterapia.

Autora: Lda. Perla Casado (Farmacéutica)
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